5.1. El cloud computing


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A medida que vamos recopilando información o archivos en nuestros dispositivos, el almacenamiento memoria de estos va llenándose. Esto puede causar que, en ocasiones, su funcionamiento se ralentice o que no podamos seguir guardando más información. 

El cloud computing o computación en la nube se trata de una nueva tecnología, a través de la cual somos capaces de buscar y acceder a nuestros archivos desde internet, sin necesidad de ocupar espacio alguno dentro de la memoria de nuestro ordenador o teléfono.

Sin embargo, esta tecnología no solo ha servido como un sucedáneo de los almacenamientos de información, sino que las aplicaciones comerciales también han sido trasladadas a la llamada “nube”, convirtiendo este sistema informático en un servicio.

¿Cómo funciona? La información es enviada a cachés, tras haber sido almacenada en servidores de internet, que se encuentran funcionando en todo momento. Para acceder a esta información es necesario que los dispositivos tengan una conexión a internet.

Sus inicios se dan en la década de los 50, cuando empresas con deseo de expansión necesitaban poder informarse desde más de un punto de acceso, pero no podrían permitírselo porque la infraestructura era de un precio muy alto. Fue en 1955 cuando John McCarthy (el informático que fundó el término de “inteligencia artificial”) sugirió una teoría acerca de un servicio en el que se pudiera compartir información, diciendo que: 
“Algún día la computación se organizaría como un servicio público”.

En 1970 apareció el concepto de “máquinas virtuales”, que permitieron la ejecución de varios sistemas operativos al mismo tiempo. Poco después aparecieron los sistemas de redes que se convertirían en internet. Pero fue unos años antes, en 1966, cuando George Favaloro y Sean O’Sullivan, introdujeron el término de “Cloud computing”.

Comenzaremos su explicación con una clasificación. Hay cuatro tipos de nubes:
  1. Nube pública: mantenida y gestionada por terceras personas no vinculadas con la organización. En este tipo de nubes los datos y los procesos de varios clientes se mezclan en los servidores y sistemas de almacenamiento. Los usuarios finales no saben qué trabajos de otros clientes se encuentran en el mismo servidor.
  2. Nube privada: buena opción para las compañías, con alta protección de datos y ediciones a nivel de servicio. Está gestionada para un solo cliente que controla qué aplicaciones debe ejecutarse y dónde. 
  3. Nube híbrida: combina los modelos de nubes públicas y privadas. Un usuario es propietario de unas partes y comparte otras, aunque de una manera controlada. 
  4. Nube comunitaria: Joyanes Aguilar define este modelo como: “aquel que se organiza con la finalidad de servir a una función o propósito común (seguridad, política…), las cuales son administradas por las organizaciones constituyentes o terceras partes”.

Ahora bien, las características principales de la computación en la nube son las siguientes:

  • Accesibilidad: gracias a los avances tecnológicos y a que la nube se encuentra abierta en la red, es posible acceder a ella desde cualquier dispositivo.
  • Costo reducido: modelo de prestación pública en la nube convierte los gastos de capital en gastos de funcionamiento. Ello reduce barreras de entrada, ya que la infraestructura se proporciona típicamente por una tercera parte y no tiene que ser adquirida por una sola vez o tareas informáticas intensivas infrecuentes.
  • Escalabilidad y elasticidad: Las aplicaciones son elásticas por su rapidez de implementación y adaptabilidad, y son escalables, es decir, podemos usar un 10% del total de la aplicación un día y acceder al 80% de la misma al día siguiente con total normalidad y rapidez.
  • Aplicaciones “a la carta”: El internauta puede decidir qué aplicaciones usar y elegir entre las que son y no son gratuitas. 
  • Seguridad: nuestros datos están sueltos en la red, sino en DATA CENTERS (empresas que custodian y salvaguardan datos de empresas).
  • La tecnología de virtualización permite compartir servidores y dispositivos de almacenamiento y una mayor utilización. Las aplicaciones pueden ser fácilmente migradas de un servidor físico a otro.
  • Rendimiento: Los sistemas en la nube controlan y optimizan el uso de los recursos de manera automática, dicha característica permite un seguimiento, control y notificación del mismo. Esta capacidad aporta transparencia tanto para el consumidor o el proveedor de servicio.
  • Mantenimiento: las aplicaciones no necesitan ser instaladas en el ordenador de cada usuario y se puede acceder desde diferentes lugares.

Como puede verse en todas las características explicadas anteriormente, el “cloud computing” tiene muchas ventajas, sin embargo, también tiene una serie de inconvenientes.

  • Para empezar, las empresas que utilizan sus servicios sufren de una gran dependencia, al igual que el resto de usuarios, ya que es el proveedor el encargado de preservar los datos y mantener una buena política.
  • Además, no es posible usarlo si no hay una conexión a internet, por lo que un corte de internet podría jugar una mala pasada.
  • En cuanto a la privacidad, este es el tema que más preocupa, ya que a información se encuentra en un centro externo, es ajeno a los usuarios y esto los hace vulnerables.

Está claro que el “cloud computing” se ha convertido en un servicio más dentro de nuestra tecnología y en un elemento esencial para muchas empresas, debido a la oportunidad de desarrollar infraestructuras bastante completas y a la calidad y rapidez de los servicios que son ofrecidos al mercado por los proveedores, además de permitirles un importante ahorro de dinero y un mejor manejo de los sistemas de información a través de internet.

Con los años este servicio ha ido evolucionando (sobre todo en los últimos años, en los que la tecnología ha cambiado con mucha rapidez), hasta convertirse en un modelo innovador que permite compartir recursos todas las veces que se desee y que ha mejorado temas muy debatidos con anterioridad, como la seguridad y la privacidad. Esta evolución ha sido debida a los deseos por parte de los usuarios o clientes por cubrir sus necesidades de una forma más cómoda.


Autor: Rosa Guijarro Rodríguez



BIBLIOGRAFÍA:


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